¡La primavera ya ha llegado! Los días alargan, las temperaturas se suavizan y tenemos más tiempo (todavía) para salir y disfrutar de la naturaleza. Practicar senderismo en familia es barato y reconfortante. Preparamos un picnic, el agua, un botiquín básico y algo de ropa de abrigo por si se nos hace tarde y ¡a caminar!
No hace falta irnos muy lejos ni pegarnos grandes caminatas para descubrir paisajes chulísimos. Ten en cuenta la edad de tus hijos y sus limitaciones y no pretendas batir récords. Lo mejor es contar de antemano a los peques el recorrido, para que se hagan una idea de lo que nos va a costar y no estén todo el rato con la pregunta: “¿Cuándo llegamos?”
Por el camino aprovechamos para disfrutar del paisaje, respirar aire puro, hacer alguna foto y compartir unas buenas charlas con nuestro peques (mejor si apagamos el móvil :)).
Podemos aprovechar también para fomentar la orientación en nuestros hijos. Sacamos el mapa en papel (el móvil apagado, recordad) y que sean ellos los que nos digan por dónde debemos caminar. Y también pueden ir buscando las señales por los senderos que están señalizados (¿conocéis la señalización internacional de PR y GR?)
Nuestra ruta: Barillas-Laguna de Lor- Barillas
Empezamos nuestra guía de Rutas de Senderismo con Niños en la Ribera con una ruta fácil, apta para todos los públicos y con encanto (5,5 km, 1h 45 minutos)
Comenzamos en la parada de autobuses de Barillas, muy fácil de localizar. Por el camino observaremos la gran cantidad de olivos, gracias a los que disfrutamos de ese sabroso aceite de oliva. Miramos atrás para ver el majestuoso Moncayo y a la izquierda Cascante. La única “dificultad” la podremos encontrar cuando acaba este camino ¡cuidado! Hay que cruzar la carretera (NA-3042).
Peligro pasado 🙂 y ya nos encontramos con la preciosa Laguna de Lor, uno de los diez humedales más importantes de Navarra. La vamos rodeando encontrándonos con pescadores (muchos para mi sorpresa). E iremos parando para poder ver la gran cantidad de aves, muchas de ellas especies protegidas. Así que no hay que olvidar los prismáticos.
Por el camino podemos aprovechar y contar a los peques las leyendas que hay sobre la laguna: se dice, se cuenta que en los atardeceres se oyen lamentos y risas de hadas y ninfas acuáticas (en realidad son los sonidos que emiten algunas de las aves habitantes de la laguna).
Me han contado que durante el verano del 2012 se realizaron en la laguna varias visitas teatralizadas con gran éxito de público. ¿Se repetirán en breve? ¡Estaríamos encantados!
Y ahora, tras el paseo, a disfrutar de una comida campestre y de esta primavera.
5 respuestas