Se acerca julio y nosotras ya estamos pensando en vacaciones (en realidad llevamos muuuuucho tiempo pensando en ellas). Este año, por toda la situación vivida y porque creemos que hay que apoyar la economía nacional ¡nos quedamos en España!.
Y hoy nos vamos de vacaciones por Cantabria de la mano de mi gran amiga Nuria y su maravillosa familia. Además Cantabria es una comunidad a la que yo tengo especial cariño porque fue mi casa durante varios años. Os dejo con la experiencia de Nuria y familia en Cantabria:
El año pasado nuestra familia (tenemos cuatro hijos de 14, 12 y dos de 4) pasamos las vacaciones de verano en Cantabria. Lo de ser tantos y además uno de ellos con movilidad reducida hace que la elección de los destinos de nuestro viajes no sea precisamente sencilla.
Nos decidimos por Cantabria porque tienes muchas posibilidades: playa, montaña, pueblecitos con encanto, ciudad, …
Las playas en Cantabria
Nuestro destino principal suele ser la playa, así que todos los días que nos acompañó el tiempo aprovechamos para pasarlo allí. En Cantabria si quieres ir a la playa es muy importante mirar las horas en que la marea está baja, porque en la mayoría de las playas, si vas cuando está la marea alta, te quedas sin arena. Aquí podéis encontrar información de todas las playas cántabras.
Playa de Somocuevas
Esta playa está en Liencres, es una playa muy bonita, pero hay que bajar muchas escaleras por lo que solo pudimos verla desde arriba. Se puede bajar bien con niños, pero no con alguien con movilidad reducida.
Playa de Arnía
Muy cerca de la playa de Somocuevas se encuentra esta playa, que tiene un acceso más sencillo, pero había demasiada gente y no nos gustó demasiado. Tiene un restaurante en la parte de arriba y eso hace que esté bastante más llena.
Playa del Portío
Es pequeña pero no hay demasiada gente.
Está sí tiene un acceso sencillo. No hay mucho sitio para aparcar, pero nosotros tuvimos suerte y aparcamos bien.
Playa de Tagle
Muy cerca de Suances donde estábamos alojados. Una playa muy bonita. Hay sitio para aparcar y en la parte de arriba hay un chiringuito, con baños.
Playa de Santa Justa
Es una playa pequeña, pero con mucho encanto.
Hay una ermita en uno de los lados de la playa (de ahí su nombre). Hay merendero y un chiringuito, que para tomarte un café o un helado después de comer está genial.
Playa de Berria
A las afueras de la localidad de Santoña se encuentra la playa de Berria, que para mi gusto y por los recuerdos que me evoca, es la mejor playa de todo el literal Cantábrico (y yo, Sonia, lo corroboro).
Es una playa muy grande y aunque haya mucha gente, seguro que encuentras un sitio para estar más o menos solo. Nosotros nos pusimos cerca del Penal del Dueso (es la cárcel con mejores vistas de España) que había más sitio ya que hay menos edificaciones. Es una playa en la que suele soplar el aire, así no es recomendable para días con viento.
Playa de Valdearenas
Está situado en el parque natural de Liencres (muy recomendable también para hacer alguna caminata). Es una playa también muy
grande y abierta. Hay bastante gente, pero como es muy grande siempre se puede encontrar algún sitio. Cuenta con servicios y un aparcamiento grande.
Playa de Oyambre
Es una playa grande y muy bonita. Hay prados que los utilizan de aparcamiento y te cobran una media de 3,5€, pero por lo menos se puede aparcar. Está antes de llegar a San Vicente de la Barquera, así que según de donde vengas cae un poco más retirado.
Playa de los Locos
¿Por qué se llamará así? Es una playa para los amantes del surf. El acceso se realiza por una gran escalinata y la mayor parte de los usuarios de esta playa son surfistas. Aunque no bajes a la playa, merece la pena verla desde arriba en un paseo que hay al faro de Suances y quedarte a ver el atardecer. ¡Todo un espectáculo!
Playa de la Concha de Suances
Es una playa bonita y con servicios, pero al estar en núcleo urbano, está muy masificada. Nosotros lo intentamos dos días y nos fue imposible encontrar aparcamiento.
Cabárceno, visita obligada con niños
Una visita obligada si vas con niños (y también para los no tan niños), es el Parque Natural de Cabárceno. Para nosotros lo mejor es llevar tu propia comida para no depender de restaurantes y poder organizarte el día.
No hay que perder de vista las actuaciones de rapaces y leones marinos. No hay muchos horarios por lo que es importante intentar cuadrarlos.
La visita del teleférico (incluido en el precio de entrada), es preciosa (si no te dan miedo las alturas), ya que puedes ver a los animales desde
otra perspectiva y en algunos rincones distintos.
Pueblos cántabros con encanto
Hay pueblos cántabros muy turísticos que hay que ver, como Comillas o Santillana del Mar. Pero, dentro de que son muy turísticos, les podemos dar una vuelta y ver cosas menos comunes.
En Santillana de Mar, fuimos a ver el Museo de la Tortura de la Inquisición, Bueno sólo, lo visitaron padre e hijo mayor (14 años). Si vuestros peques son un poco curiosos y nada miedosos, seguramente les gustará.
Cerca de Santillana descubrimos un sitio curioso: el Laberinto de Villapresente. La entrada son 4€ los mayores de 13 años y 3€ los niños que pagan desde los 7 años. Pasas un buen rato de risas, porque el tiempo medio de estancia es entre media hora a una hora.
Otra excursión en la que puedes pasar el día es visitando el pueblo de Cabezón de la Sal. Ver el poblado cántabro que hay a la entrada del pueblo (reservar primero la visita, porque son grupos reducidos) y dar un paseo por su impresionante bosque de las secuoyas.
Por supuesto, no puedes visitar Cantabria y no pasar por Santander. Para ir con los niños, lo mejor la Península de la Magdalena. El parque infantil, creo que es el mejor que hemos visto. Y un paseo en el tren que recorre la península, es una gran opción.
Una de las excursiones que más nos gustó fue la visita a las cuevas del Soplao. Entras en un tren hasta el interior de las cuevas y luego haces un recorrido guiado andando. Hay galerías y salas impresionantes y las formaciones excéntricas que se dan en estas cuevas no se pueden
ver en muchas más. Lo mejor es coger las entradas previamente por internet porque si no te arriesgas a que si vas allí directamente no tengas sitio a ninguna hora. Nosotros fuimos a las 20:00 y el atardecer que vimos a la salida desde el aparcamiento fue un espectáculo realmente maravilloso.
Ya de vuelta a Madrid, aprovechando que nos pillaba de paso pasamos a ver el nacimiento del Río Ebro (que parece mentira que nazca así). Es un entorno muy bonito, hay merendero y se puede dar un agradable paseo. Justo a la entrada (o salida depende por donde entres), hay un bar super chulo para tomar un aperitivo. Nosotros no paramos ¡¡pero me quedé con las ganas!!
Espero que os ayude y disfrutéis el viaje tanto como nosotros.
Y a mí solo me queda dar gracias miles a Nuria y si vais a Cantabria en familia nos encantará que nos contéis vuestros planes.
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