Hemos vuelto a Sendaviva, ¡como cada temporada! Y sí, sigue siendo uno de nuestros planes favoritos… desde hace 13 años. Porque esos son exactamente los años que llevamos sacando el abono de temporada. Y aún así, cada vez que volvemos, hay algo nuevo por descubrir.
Este año empezamos el día con una de las novedades: el espectáculo de bienvenida con Palmira y Pico. Verlos siempre nos hace ilusión. Ya son parte de la familia, como tantas otras cosas que nos unen a este lugar.
Nada más entrar, ya te recibe la emoción: a un lado la Caída Libre, para quienes buscan sensaciones fuertes; al otro, el Desafío, un circuito de obstáculos que siempre nos arranca risas. Desde ahí, directos a la nueva zona de granja al aire libre. Un espacio donde puedes ver a los animales de cerca y aprender un poquito más de ellos.
Y claro, no podía faltar uno de los momentos estrella: el juego de los diamantes. Aquí compite todo el mundo. Mayores, pequeños… nadie se resiste. (Si no sabes el truco, escríbenos y te lo contamos)






Después vinieron los clásicos que no fallan: la feria, el tren, los cangrejos, las barcas en el lago, el bobsleigh… Da igual los años que pasen, seguimos subiéndonos con las mismas ganas. También nos acercamos a la tirolina: la de los más pequeños y la de los adultos, para quien se atreve con algo más intenso.
Pasamos por las sillas voladoras, los cars, y nos regalamos un momento tranquilo en el aviario. Es de esos sitios en los que apetece bajar el ritmo, escuchar los pájaros y cruzar el puente colgante sin prisas. Y por supuesto, visitamos a los lémures. Tenemos uno favorito desde hace tiempo: Falete. Siempre pasamos a saludarle.
No podía faltar la exhibición de aves. Majestuosa, sorprendente… y de esas que te dejan con los ojos muy abiertos.
Una de las grandes sorpresas de esta visita fue la experiencia Zookeeper. Preparamos la comida de varias especies, aprendimos qué necesita cada una y repartimos todo por sus zonas. Fue diferente, divertida… y aprendimos cosas curiosas como si las cebras son negras con rayas blancas o blancas con rayas negras. (¿Tú qué piensas?)
Y sí, somos muy fans del renovado espectáculo del circo con sus acrobacias. No importa cuántas veces lo veas, siempre consigue atraparte.
Terminamos el día con la cabalgata final, que pone el broche perfecto: música, buen ambiente y esa sensación de que ha sido un día redondo.
Nos quedó pendiente el Bobsleigh, una de las atracciones principales. Así que ya tenemos excusa para volver estos días.
Este año, Sendaviva abre sus puertas durante 9 días seguidos en Semana Santa, con nuevas experiencias para toda la familia. Y si nos preguntas… nuestra recomendación es clara: hazte con el abono de temporada. Porque vas a querer repetir.